domingo, 6 de febrero de 2011

Morrones de Sierra Nevada

  En el puerto de la Ragua, preparados para la tan ansiada ascensión del día. Un día más con la suerte de topar con un tiempo espléndido y una temperatura confortable. De izquierda a derecha: Miguel, Adriana, yo (María), Pepe y Rafa.
Los primeros 20 minutos de subida... Para entrar en calor e ir preparando el cuerpo...
Al fondo se puede apreciar nuestro punto de partida, el refugio del Puerto de la Ragua, a 1.990 m de altitud.
Y aquí las metas de hoy: primero atacar el Sanjuanero y después el del Mediodía (aunque realmente nuestro objetivo era llegar donde el tiempo nos dejara y sobre todo... ¡¡DISFRUTAR!!)
Pequeño descansito tras el primer repecho, justo detrás el pico Chullo ( 2.612 m), ya provincia de Almería. Aún con nieve blandita no nos habíamos calzado los crampones.




Segundo descanso, justo antes de atacar el último gran repecho, la pala que nos lleva directos a nuestra primera cima: Morrón Sanjuanero ( 2.614 m). Es el momento de colocarnos los crampones y, al menos para Rafa y para mí, probarlos por primera vez, que ya era hora por Dios... ¡¡COJONUDOS!!
Fotito de rigor, ¡¡"enga" arriba ese equipazo de hoy!!!
Continuamos nuestro periplo...
He aquí la pala más seria del recorrido de hoy. Subir haciendo zig-zags la forma más larga pero más cómoda de afrontar la pendiente. Las sensaciones indescriptibles...
Y de vez en cuando pararnos a mirar a nuestro alrededor para no perdernos la increible panorámica.

A por los últimos metros de ascenso, disfrutando como crios.
¡¡Cumbre!! Morrón Sanjuanero (2.614 m) BESOS Y ABRAZOS...
...complicidad, entusiasmo...
Y una inmensa satisfacción de realizar estas escapadas de ensueño.
Rafita asomándose al balcón... detrás el Chullo.
¡¡¡PA-TA-TA!!!
A la izquierda ya podemos ver con claridad el Morrón del Mediodía. Hemos salido muy tarde pero intentaremos llegar o acercarnos lo máximo posible.
Allá vamos, aquí la ruta se anima, la nieve blanda, en ocasiones se nos hunden las piernas hasta las rodillas...
Aquí nos quedamos, a unos 300 m. de la siguiente meta, y es que el tiempo se nos echa encima... Excusa perfecta para regresar de nuevo en otra ocasión. Bocata y de vuelta.
Empezamos el regreso por el mismo camino, después descenderemos por la cara norte de la cuerda que nos lleva de nuevo al Sanjuanero.
El descenso guapo guapo...
La luz increible, tonalidades malvas, el silencio, solo el sonido del crujir de la nieve...

Que pena terminar, aunque la verdad el día ha sido increible, con un excelente clima que nos ha hecho disfrutar... y mejor compañía.
¡¡¡HASTA LA PRÓXIMA!!!

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